La facturación electrónica para empresas y autónomos será obligatoria en España, según el proyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 30 de noviembre de 2021.
Si bien la normativa todavía no se ha publicado en el BOE, se prevé que estará lista en los próximos meses. Cuando esto ocurra, las empresas que superen los 8 millones de euros anuales dispondrán de un año para adaptarse y realizar toda su facturación vía electrónica.
En cuanto al resto de empresas, pymes y autónomos, existe un periodo de 3 años para que puedan ir efectuando los cambios pertinentes para dejar de un lado paulatinamente el papel.
¿Cuál es el estado actual de la factura electrónica en España?
Actualmente la factura electrónica entre empresas es voluntaria salvo en las relaciones con las administraciones públicas, donde sí que es de carácter obligatorio desde el año 2015.
Con este cambio, España se sumará a otros países europeos como Italia o Francia en la generalización del uso de la factura electrónica en el ámbito B2B.
¿Qué beneficios tendrá la factura electrónica obligatoria?
Podemos resumir las ventajas de la obligación de la factura electrónica en los siguientes puntos:
- Digitalización de las relaciones empresariales
- Reducción de costes de transacción
- Mayor transparencia en el tráfico mercantil
- Reducción de la morosidad en las operaciones comerciales
- Menor impacto medioambiental
Fomentando su uso, principalmente se persigue promover la digitalización empresarial dentro del marco recogido en el Plan de Recuperación y Resiliencia de ayudas europeas.
Este paquete financiará con más de 500 millones de euros a las empresas de la Unión Europea para mitigar los efectos de la Covid-19.
Estas ayudas, conocidas como Fondos Next Generation EU del programa Kit Digital, ya están disponibles para todo aquel negocio que quiera impulsar su transformación digital en distintas áreas.
Además de incentivar la evolución tecnológica de empresas, también se pretende perseguir la morosidad en operaciones comerciales y el fraude fiscal. Al mismo tiempo, el simple hecho de digitalizar la facturación electrónica conlleva la reducción del uso del papel, el ahorro de tiempo, menor espacio de archivado y mayor trazabilidad.
La factura electrónica obligatoria NO sustituye al SII
Es importante dejar claro que el sistema de Suministro Inmediato de Información (SII) para declaraciones de IVA que se introdujo en julio de 2017, NO va a ser sustituido por la facturación electrónica.
¿Cuándo entrará en vigor la facturación electrónica obligatoria?
❗️ ACTUALIZACIÓN: el Congreso de los Diputados ha aprobado de forma definitiva la Ley Crea y Crece el 15 de septiembre de 2022.
En función del tamaño de la empresa, se han previsto distintos plazos de implementación:
- 1ª fase:
Afecta a grandes empresas con facturación anual superior a 8 millones de euros. Su aplicación entrará en vigor en un año tras la publicación de la ley. - 2ª fase:
Se aplicará al resto de empresas pasados 3 años de la publicación de la ley.
¿Qué obligaciones tienen las empresas?
A falta de la publicación de la normativa técnica que regule el nuevo sistema de facturación electrónica, las empresas deberán:
- Expedir y remitir facturas electrónicas con otras empresas y autónomos.
- Facilitar el acceso, visualización, descarga e impresión de la factura electrónica.
- Mantener el acceso de las facturas electrónicas durante 4 años, aun cuando los destinatarios dejen de ser clientes.
¿Existen ayudas para la digitalización de empresas?
El pasado 15 de marzo de 2022 se abrió el plazo de inscripción en el programa Kit Digital financiado con los fondos europeos Next Gen EU. Gracias a él, las empresas pueden recibir una ayuda económica de hasta 12.000 € para su digitalización.
En cuanto a la implementación de la factura electrónica, existe una ayuda con un importe de 1.000 €.
Está previsto que, además, se incluyan otros incentivos para que las empresas adopten la factura electrónica, como que su uso sea requisito de acceso a subvenciones y contrataciones públicas, así como otros incentivos para el cumplimiento de los plazos de pago.
