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Calidad en el sector alimentario: certificaciones y normas de seguridad alimentaria

El sector alimentario, junto con el químico-farmacéutico, es sin duda uno de los más regulados en cuanto a normas, certificaciones y estándares de calidad. Conforme crece la industria alimentaria, aparecen normativas de seguridad alimentaria más exigentes por parte de los organismos reguladores principales.

La normativa afecta a cualquier agente de la industria que forme parte de la cadena alimentaria. Es una manera de responder ante las administraciones públicas, los mercados y los consumidores. Es por ello que incidimos en la importancia de conocer los estándares de calidad y apostar por ellos, ya que es una inversión de futuro. Tres de los más importantes, como veremos más adelante, son la International Organization for Standardization (ISO), el International Food Standard (IFS) y el British Retail Consortium (BRC).

Algunas de las ventajas directas que se derivan de cumplir con los sistemas de certificación de la calidad y seguridad alimentaria son:

  • Garantizar y aumentar la seguridad de los productos
  • Dar confianza plena al consumidor final y también a los proveedores
  • Mayor competitividad en mercados ya que tienen reconocimiento internacional
  • Cumplir con los requisitos de gestión de la calidad y garantía de la seguridad alimentaria

¿Cuáles son las normas de seguridad alimentaria más importantes?

La política y actuación de la Unión Europea en materia de seguridad alimentaria se centra en cuatro grandes áreas de protección: higiene alimentaria, salud animal, sanidad vegetal y contaminantes y residuos. Una amplia legislación regula toda la cadena y se aplica tanto a los productos importados como a los exportados.

En España, la principal agencia certificadora es AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), considerada como una de las 10 certificadoras más importantes del mundo. AENOR destacada 3 normas internacionales que son protagonistas en la seguridad alimentaria: ISO, IFS y BRC. Estas normas defienden al consumidor de los riesgos derivados del sector alimentario a los que está expuesto. Su finalidad es mitigar y prevenir tales peligros potenciales.

Garantizar la seguridad y facilitar la información de los alimentos es de obligatorio cumplimiento para cualquier empresa del sector alimentario. Para ello, se debe cumplir con al menos uno de los mencionados estándares. Esto no quiere decir que tengan que elegir entre uno y otro. Todos son compatibles y ninguno es excluyente. Por lo tanto, alcanzar la conformidad ISO, IFS y BRC a la vez es lo óptimo para aprovechar todas las ventajas que cada uno ofrece.

Existen otras normas, certificaciones y protocolos como FSSC 22000, HACCP, UNE 155000 o Letra Q. Sin embargo, a continuación vamos a centrarnos en los estándares de calidad alimentaria más importantes del sector que ya hemos resaltado:

 ISO 22000

La normativa ISO es seguramente la más conocida. Su actividad comienza en 1947 y está presente en infinidad de empresas ya que involucra la estandarización de normativas en diversas áreas: calidad, logística, salud, seguridad, medioambiente, IT, energía…

Dentro del sector alimentario, el estándar ISO 22000 de gestión de la seguridad alimentaria es el que nos atañe. Se trata de un estándar de calidad internacional enfocado a todas las partes de la industria, desde los productores primarios, a las empresas de transporte y minoristas.

Esta norma ISO proporciona seguridad a toda la cadena de suministro ayudando a los productos a cruzar fronteras para llegar con garantías al consumidor final. Se basa en el análisis y control de riesgos y el cumplimiento de las buenas prácticas en la fabricación.

Favorece la labor de las empresas en identificar y controlar los peligros de seguridad alimentaria, al mismo tiempo que trabaja en conjunto con otras normas de gestión de calidad ISO, como la famosa y extendida ISO 9001.

▰  IFS

Esta normativa fue desarrollada en 2003 para las empresas alemanas, francesas e italianas que operaban en el sector alimentario. Hoy en día es una norma adoptada en el conjunto de la Unión Europea.

El Estándar Internacional de Alimentos (IFS, según sus siglas en inglés) es una familia normativa de 8 estándares que consisten en asegurar que la calidad del producto se mantenga estable a lo largo de toda la cadena de la industria. Su objetivo es confirmar a los consumidores que los productos han cumplido y cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria durante su producción, procesamiento, distribución y venta.

Dentro del sector alimentario la más importante es la norma IFS Food, reconocida por la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (la GFSI, en inglés). Su ámbito regulatorio se aplica en las auditorías que se realizan a empresas de procesado, empaquetado y manipulado de productos de alimentación a granel. Dentro de las ocho normas IFS, son de gran importancia también la IFS Food Store, IFS Logistics o la IFS Broker.

▰  BRC

También reconocida actualmente por la GFSI como norma mundial, nació en 1998 por la unión de las principales asociaciones comerciales del Reino Unido.

De igual manera que las anteriores, el objetivo de la norma BRC es auditar y garantizar la seguridad alimentaria. Para ello, dispone de ciertos requisitos a cumplir en cuanto a APPCC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), higiene, producción, envasado y embalaje. También certifica el uso e implementación de sistemas de gestión de la calidad.

Dentro de la Unión Europea, la certificación BRC se requiere mucho a los proveedores del sector alimentario (distribuidores, transportadores, fabricantes de material de embalaje…) para asegurar que se cumplen con los estándares de calidad.
 

¿Cómo cumplir con la seguridad alimentaria en mi empresa?

Cualquier compañía que opere en el sector alimentario debe implantar las normativas que hemos visto para cumplir con la seguridad alimentaria. Por norma general, es el propio departamento de calidad de la empresa quien se encarga de ello. No obstante, si no se dispone de los recursos necesarios (personal, formación o tiempo material), lo recomendable es contar con una consultora externa especializada en ISO 22000, IFR y BRC.

Los procesos normativos y de certificación suelen comprender toda una serie de acciones exhaustivas y burocráticas como solicitar la documentación para iniciar los trámites, cumplimentar los requerimientos, realizar una auditoría inicial, elaborar el plan de acciones correctivas, planificar las auditorías de seguimiento, corroborar el cumplimiento de requisitos…

Disponer de un programa de gestión documental y de calidad es de gran ayuda para satisfacer todos los requerimientos normativos referentes a la seguridad alimentaria. Quienes cuentan con software especializado como ShareMe, nuestro QMS en la nube basado en tecnología Microsoft, se benefician de:

  • Mayor control documental sobre las no conformidades, auditorías, control de cambios…
  • Agilizar la gestión documental al tener digitalizada la información
  • Avisos automáticos y alertas sobre vencimiento de fechas
  • Automatizaciones y flujos de trabajo
  • Audit trail en los registros y bloqueo de password

En Marqués contamos con más de 30 años de experiencia acompañando a empresas que operan en sectores muy regulados como el sector alimentario, el químico-farmacéutico o el cosmético. Si tienes dudas sobre la seguridad alimentaria o deseas realizarnos cualquier consulta, ¡no dudes en contactar con nosotros!
 

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