Disponer de una estrategia TIC causa un impacto notable en la vida diaria de las empresas, provocando una revolución absoluta en el mundo del business. En la actualidad, tanto pymes como multinacionales dependen en gran medida de la gestión y utilización inteligente de las tecnologías de la información o TIC.
Este hecho se ha convertido en un factor clave y necesario para la supervivencia tanto de empresas privadas como de instituciones públicas. Especialmente de estas últimas, que han interiorizado la necesidad de contar con sistemas de gestión como un software ERP o CRM para poder gestionarse de una forma más eficiente y ofrecer un servicio más completo a la ciudadanía.
TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación
La digitalización de los negocios, por lo tanto, es un requisito indispensable para mantener la competitividad en un entorno altamente globalizado. La tecnología se convierte así en un elemento imprescindible dentro de la realidad diaria de las empresas. Y es que tener una estrategia TIC como puede ser disponer de un software de gestión empresarial ERP, es un elemento diferenciador que permite a las compañías adaptarse a los cambios constantes que se producen en la sociedad.
A pesar de todo, contar con la tecnología adecuada no siempre es sinónimo de éxito. Sobre todo porque los cambios que se suceden diariamente y que afectan al mundo del trabajo, de la empresa, de la telefonía o de los transportes, requieren de una gran capacidad de actuación de las corporaciones y de una gran flexibilidad. Por eso, las herramientas TIC son importantes para el mantenimiento de la competitividad pero no son el único factor para destacar en un entorno excesivamente competitivo.
¿Cómo apoyar la estrategia TIC?
Para elaborar una buena estrategia TIC, las compañías deben estructurar su crecimiento en base a tres aspectos fundamentales:
La capacidad tecnológica
Las herramientas como el software de gestión empresarial ERP —que automatizan procesos internos y disponen de módulos especializados para cada una de las áreas de las que se compone una empresa—, o las herramientas TIC existentes en el mercado, son una condición sine qua non para la supervivencia de las empresas.
El conocimiento y la ciencia
Contar con los sistemas TIC mencionados anteriormente no es sinónimo de éxito, ya que el capital humano y social de las compañías también debe estar focalizado a la explotación de los recursos tecnológicos existentes. Por eso, es importante que las marcas realicen formación interna de sus empleados para aumentar el valor añadido de las funcionalidades de la tecnología dentro de la empresa.
La creatividad
Por último, es importante destacar el papel preeminente que está adquiriendo en los últimos años la creatividad. Las tecnologías y sistemas de gestión empresarial son un requisito indispensable. Aún así, la importancia del personal (que es el destinatario de las prestaciones de las TIC) y la creatividad a la hora de desarrollar la empresa serán los elementos básicos que determinarán el desarrollo económico.
En definitiva, las empresas y pymes deben apostar por la innovación que proporcionan las tecnologías de la información y la comunicación para mantenerse en la vanguardia. No obstante, a pesar de la importancia de contar con una estrategia TIC, no se debe descuidar el capital humano que aporta creatividad en el día a día de la compañía.
