Existen dos tecnologías emergentes que cambiarán por completo nuestra percepción del mundo que nos rodea, presentando un escenario que hasta ahora sólo hemos visualizado a través de la ciencia ficción. Se trata de la realidad aumentada y la realidad virtual.
Estas dos tendencias, junto con la realidad mixta (que afrontaremos más adelante) vienen sonando desde hace tiempo, pero con los últimos avances ambas se sitúan en la rampa de salida para convertirse en una de esas tecnologías que todavía hoy la gran mayoría no ha experimentado, pero que tras un breve periodo de tiempo estarán totalmente instauradas en nuestro día a día.
Actualmente, en ámbitos de consumo, la realidad aumentada es quien está ganando la batalla. La realidad virtual todavía no ha llegado a mostrarse al mercado de una forma definida. Sin embargo, ambas tecnologías tienen un largo recorrido y conviene saber diferenciarlas de forma oportuna.
¿Qué es la realidad aumentada?
La realidad aumentada superpone gráficos 3D virtuales sobre el mundo real. De este modo, aumenta la forma en que vemos nuestra vida cotidiana y nos ofrece la oportunidad de enriquecer cualquier escenario natural.
Es decir, la realidad aumentada ofrece una visión real con la incorporación de elemento virtuales. Un claro ejemplo lo encontramos con el famoso juego, PokemonGo o en otros ejemplos que aparecen en este vídeo:
¿Qué es la realidad virtual?
La realidad virtual genera por completo un entorno, y simula nuestra presencia física en él. Ya sea en lugares reales o imaginarios, permite al usuario explorar ese territorio generando una experiencia inmersiva.
Es decir, la realidad virtual se basa en un entorno totalmente simulado, y por tanto nuestra presencia en él también es simulada (no sólo nos permite visitar entornos, si no la posibilidad de hacerlo desde una perspectiva que no tiene porque ser la de una persona)
Un ejemplo de realidad virtual lo encontramos en aquellos videos que nos permiten subirnos a una montaña rusa sin salir del salón de casa, o en las últimas novedades en el sector de los videojuegos.
Como comentábamos, pese a que ambas tecnologías todavía no han irrumpido de forma global en el consumidor, ya están siendo aplicadas en diferentes sectores profesionales. Tanto Realidad Aumentada como Realidad Virtual se están convirtiendo en un elemento básico para la formación de estudiantes de medicina, al permitirles trabajar sobre cadáveres digitales, o generando espacios que simulan laboratorios y que permiten aumentar su experiencia práctica en estos entornos, sin el costo que suponían hasta ahora este tipo de acciones.
Y el sector de la construcción no queda exento de las posibilidades que ofrece la realidad aumentada. Tal y como comunicamos recientemente, desde LabMe, nuestro laboratorio de pruebas e innovación en nuevas tecnologías dirigido por Manel Querol, se ha empezado a trabajar en aplicaciones que integren la realidad aumentada en nuestro software específico para la construcción, BuildingMe On Site.
Gracias a la realidad aumentada, se puede realizar cualquier tipo de cambio en una estructura antes de que se haya iniciado la obra, lo que repercute en un considerable ahorro de costes. De este modo, el proceso de edificación únicamente arranca cuando las simulaciones han ayudado a determinar la forma más óptima para obtener los resultados deseados dentro del coste asignado.
Y a modo de Bonus Track, aquí va un vídeo que deja bien claro que este tipo de tecnología se convertirá en indispensable tanto en el terreno empresarial, como en nuestros hogares. ¡¿Qué más se le puede pedir?!
