Una Smart Factory, como bien su nombre indica es una industria inteligente capaz de almacenar y analizar una gran cantidad de datos que ayudarán a mejorar los procesos reduciendo tiempos y costes. Funciona de manera más flexible y autónoma que las fábricas tradicionales y se adaptan a la necesidad de cada momento generando una producción más versátil.
Algunas de las ventajas que presenta son la flexibilidad, eficiencia y ahorro económico, dejando para los robots automatizados las tareas más rutinarias, y derivando a los operarios hacia actividades que requieren mayor conocimiento y formación.
Beneficios de la Smart Factory
- Reduce tiempos y costes: con la tecnología se consigue aumentar la producción y reducir los tiempos de fabricación. Esto da lugar a procesos de producción más eficientes permitiendo al personal centrarse en mejorar los procesos y no en tareas repetitivas aportando un mayor valor a la compañía.
- Integración de datos: una Smart Factory interconecta todas las fases de la cadena de suministro (mediante sistemas MES, ERP y SGA fundamentalmente). Además, el continuo flujo de información procedente de los sensores, repartidos por todo el proceso de producción, hace posible que en tiempo real se tengan todos los datos relevantes actualizados.
- Aprendizaje y adaptación automática: las nuevas fábricas inteligentes son capaces de evolucionar y optimizarse por sí mismas. Por tanto, están en constante aprendizaje y analizan cada dato que los sensores captan para tomar las mejores decisiones.
- Innovación constante: una Smart Factory hace que las empresas actualicen con frecuencia sus sistemas, y por lo tanto, estén siempre a la última.
¿Qué tecnología utiliza?
Una Smart Factory requiere integrar una serie de tecnologías que garanticen una mayor eficiencia en sus procesos. Algunas de las tecnologías más destacadas son las siguientes:
Internet de las cosas (IoT): consiste en la conectividad entre máquinas y sistemas. Permite intercambiar información, recopilar datos y utilizar esta información para optimizar las operaciones.
Big Data: recopilar y analizar los datos generados a través de las interconexiones entre las máquinas y sistemas es clave para poder identificar patrones y prevenir posibles problemas en el futuro que puedan poner en riesgo la producción.
Ciberseguridad: es otra de las tecnologías imprescindibles en una Smart Factory. Garantiza la privacidad, seguridad y protección de datos almacenados en los sistemas.
Inteligencia Artificial (IA): permite diseñar, desarrollar e implementar nuevos métodos y sistemas de gestión y análisis de datos. De esta forma, se adapta rápidamente a los cambios mejorando las operaciones.
Gemelos digitales: consiste en la representación virtual de un producto físico, de un proceso o de un servicio. Permite aumentar la eficiencia, el control y la planificación de operaciones.
La función del ERP
Implementar un ERP de Fabricación marcará un antes y un después en el rendimiento de tu planta. Entre las múltiples ventajas que se encuentran, tenemos la automatización de todos los procesos, la disponibilidad de la información de todas las áreas de la empresa en una misma plataforma y el ahorro de tiempo y costes.