La llegada del Internet of Things (Iot) revolucionará las funcionalidades de todo tipo de objetos al dotarlos de la capacidad de captar y transmitir todo tipo de datos relacionados con su funcionamiento, entorno, capacidad etc. Por tanto, el tráfico de datos hacia la nube va a verse incrementado exponencialmente hasta niveles difícilmente imaginables hoy en día. Pero tal y cómo contamos en qué es el Edge Computing, la nube no corre peligro de saturarse.
El OpenFog Consortium, un grupo de organizaciones de investigación que aboga por el avance de los estándares en Fog Compting, define la computación en la niebla como “una arquitectura horizontal a nivel de sistema que distribuye recursos y servicios de informática, almacenamiento, control y redes en cualquier punto del proceso continuo de la nube a las cosas”.
Suena bien, sí, pero vamos a intentar desarrollar esta definición técnica en algo un poco más comprensible para todos los públicos.
Fog Computing: entre el Cloud y el Edge Computing
Todos conocemos el concepto de la nube o el cloud. Se trata de un entorno final donde se reciben los datos. Y ahora, con la inminente llegada del IoT se está empezando a generar un nuevo entorno, el ya mencionado Edge Computing (donde se crean los datos). Pues bien, el Fog Computing es ese entorno de red que va desde el Edge Computing hasta la nube, creando conexiones de baja latencia entre dispositivos y su base de datos final.
Principalmente, su función es extender los servicios de la nube y del Edge Computing, trasladando todas las ventajas de trabajar en la nube al propio entorno en el que se crean y se tratan los datos. De ahí la metáfora de su nombre Fog Computing (computación en la niebla), una clara referencia a su misión: generar una nube a ras de suelo, donde el IoT genera sus datos. Es de este modo cómo el flujo de datos que debería recibir y tratar la nube, se ve reducido en gran medida.
Por lo tanto, no debemos considerar el Edge Computing como si fuera lo mismo que el Fog Computing. Están relacionados, pero la computación en el borde es un elemento que forma parte de la niebla. En el Fog Computing, la inteligencia la encontramos en la propia red local que transmite los datos hasta una puerta de enlace, desde donde se transmite la información hacia las bases de datos. En su lugar, en el Edge Computing la inteligencia se encuentra en los propios dispositivos que captan los datos.
El escenario futuro para que el Internet Of Things se pueda desarrollar sin provocar problemas de conexión o latencia sigue avanzando. Cada día estamos más cerca de dotar a nuestros objetos de inteligencia, lo que supondrá una nueva revolución a nivel empresarial.
